martes, 22 de noviembre de 2011

Camera Oscura





...Asi pues, deberé rendirme ante esta ley; no se puede profundizar, horadar la Fotografía. Solo puedo barrerla con la mirada, como una superficie quieta. la Fotografía es llana, en todos los sentidos del término, esto es lo que debo admitir. Es injusto que en razon de su origen técnico, se la asocie a la idea de un pasaje oscuro (Camera Oscura) . Debería llamarse Camera Lucida (tal el nombre de aquel aparato anterior a la fotografía que permitía dibujar un objeto a través de un prisma, teniendo un ojo sobre el modelo y el otro sobre el papel; pues, desde el punto de vista de la mirada "lo escencial de la imagenconsiste en enconrarse todo fuera, sin intimidad, y -no obstante- más inaccesible y misteriosa que el penamiento del fuero interno; sin significación, pero apelando a la profundidad de todo sentido posible; irrevelada y, no obstante, manifiesta, teniendo esa presencia-ausencia que constituye el atractivo y la fascinación de las Sirenas" (Blanchot) sacado de "La Camara Lúcida" de Roland Barthes

viernes, 28 de octubre de 2011

Ascenso y descenso


Si no me pregunto por el destino, por la increíble, infinita, e impensable misteriosa ecuación universal por la cual cada vez que subo a uno de estos ascensores no termino aplastado luego de una caída de seis pisos, no es solo por el simple hecho de que no me importa, sino que -y puede que suene lamentablemente autosuficiente- a veces me pregunto...otras cosas-

jueves, 13 de octubre de 2011

Terquedad




En la mañana, tras la ventana, mi gata bosteza, el sol bosteza, las plantas bostezan. El mundo se abre como el puño de un bebé.
Un pulso reiterado, una terquedad insólita nos empuja en la mañana a bostezar las ganas de seguir durmiendo.

jueves, 6 de octubre de 2011

New Age


El gran dragón pasea por los tejados de la ciudad. Ante tal acontecimiento se vierten ánforas de agua-ardiente en las alcantarillas, se sacrifican sombras vírgenes, y se declara la emergencia espiritual. En todos los rincones y apartamentos donde las señoras prenden velas y se rinde culto al uno mismo, en todos los livings rooms en los que fluye el chi, y la comida sabe a brotes de soja, la humanidad se incendia inspirada por el fulgor de su indolencia.

sábado, 17 de septiembre de 2011

El Quark, La puerto Rico y como entré al universo “Juan Sasturain”


El Quark, La puerto Rico
y como entré al universo “Juan Sasturain”


Al detenerme en la puerta del café, lo vi avanzar por la misma cuadra. Calzaba un sombrero tipo Cluseau y unos gruesos lentes negros que le cubrían el rostro. Pasó a mi lado y entre ademanes de saludos a los mozos, fue a sentarse en una mesa oculta por una de las gruesas columnas de mármol que adornan el interior de La Puerto Rico. Esa canosidad escapándosele por los aleros del sombrero y ese aire de misterioso agente secreto hicieron sobresaltarme el corazón, - ¿será Juan? ¿Será posible?

Haciendo un esfuerzo por recordar al personaje de televisión de calvicie rodeada por una corona blanca y semilarga, mirada escrutadora, pícara y profunda, sostenida desde unos pequeños lentes en perpetua posición de viejo librero, fui acercándome al punto de traspasar la columna que lo protegía. Comprobé entonces que aquel hombre, ya despojado del sombrero y de los gruesos anteojos oscuros, reunía todas esas características. Incluso, cuando sigilosamente me acerqué hasta toparme con el borde de su mesa, como el personaje del “corazón delator”, tan sigiloso que nadie habría notado siquiera el más leve de mis movimientos, pude contemplarlo en todo detalle. Usaba ahora unos pequeños lentes caídos sobre su nariz mientras ojeaba un magazine de turismo de caza, dándole pequeños sorbos a un café cortado. Sin esperar a ser descubierto, débilmente pero seguro le espeté: ¿Cómo le va Sasturain?.
Muy tarde me di cuenta del error. El sujeto levantó la cabeza y corrigió la posición de los lentes papanoelenos ubicándolos perfectamente sobre la nariz - algo que a Sasturain nunca le vi hacer en televisión ni en los reportajes- y entornando una sonrisa gardeliana de placer ante el equívoco me contestó- discúlpeme, me encantaría, pero no soy Juan Sasturain.
Mi perplejidad, luego trocada en un cierto encono, no pudo ser mayor. Ese tipo era una copia, una falsificación que con esa sola respuesta me revelaba el ridículo. Ahí parado, en el medio de La Puerto Rico, acorralado en ese inmenso salón, ante la mirada de los mozos y concurrentes, y de seguro la de algún que otro ilustre espectro que fertiliza el lugar, pude solo interpretar una patética coreografía de pantomimas de disculpas y risas exageradas, amén de la explicación de que efectivamente había llegado a aquel café para un encuentro con el señor Sasturain, pero que nunca nos habíamos visto personalmente. Nuevamente el hombre corrió sus pequeños lentes de lectura, aunque esta vez dejándolos en la posición Sasturain y agregó:
-Lo curioso es que usted me confunda con él, siendo usted mismo una copia exacta de su persona, de hecho cuando lo vi parado en la calle estuve muy tentado de preguntarle lo mismo. De agradecerle por su arte, de estrecharle la mano porque lo admiro desde hace muchísimo tiempo, y discúlpeme el atrevimiento, pero ahora que lo tengo enfrente puedo estar seguro de que usted es el Juan que, desde las barricadas y bordes de la cultura, ha desparramado los gestos y la memoria de mi generación, ha construido los pocos reductos mediante los cuales he sentido la libertad de reconocer a mis pares, por ejemplo en el amor por la literatura, en especial la policial, por la poesía por la discusión política, allí donde una mística se convierte en realidad palpable. Usted es quien lleva como muy pocos esa antorcha, le pese o no. Y yo quería solamente agradecerle por sus libros, por sus trabajos periodísticos, por las Fierros, por la historieta, por Perramus, por sus programas televisivos, por todas esas trincheras en que como le dije se construye una mística perdida, la de la aventura.
El hombre hablaba y yo no podía salir de mi asombro, hasta que irrumpiendo la avalancha de halagos inmerecidos lo corté queriendo corregir el tremendo error.
-Discúlpeme el señor…
-Fazio, Nicolás Fazio, un placer y créame que entiendo su fastidio, por eso no quiero importunarle más, usted discúlpeme la impertinencia.
Dicho esto, el hombre velozmente recogió su revista el sobretodo y, sin darme tiempo a reaccionar, ubicó en su respectiva anatomía los lentes negros y su sombrero a lo inspector Cluseau, aunque por el apuro al revés. Lo siguiente fueron los gestos de agradecimiento a los mozos y como en una historieta dividida en viñetas, al cuadro siguiente solo quedaba la puerta cerrándose con un seco ¡slam!. Ya en el siguiente cuadro un tipo idéntico al que huía traspasó el portal del café y como sabiendo exactamente dónde dirigir su mirada, me escudriñó en pocos segundos por sobre los pequeños lentes que le caían en la nariz. Al darme cuenta que volvía a recuperar mi realidad, pero aún con un gesto evidentemente nervioso lo saludé confirmándole mi identidad.
-¡Juan no sabes lo que me acaba de ocurrir!-
-si, que te encontraste un tipo igual a mi, no te preocupes, así nos vemos muchos de los de mi generación-
-claro- pensé –
Me encontraba ya dentro del universo Sasturain.

sábado, 27 de agosto de 2011

Noche caníbal




Me invoca en la sombra
esta noche que me traga.
Me impregna de memoria
en una y mil calles
bajo luces como burbujas
o rebotándome en el cuerpo
con esas charlas
y esos momentos.

Me recuerda
que vine a verte de tan lejos
desde tantos siglos, fíjate
desde tantas esquinas
y tantos recodos del universo
que me parece mentira la distancia
y se me hace mas mentira el tiempo

Por ello, quizás esta noche,
Como un escarnio incisivo
Plena en su urgencia somnolienta
Se hace noche en la noche
Y quema con su fuego negro
Las extrañas fotos de tu encuentro.

jueves, 25 de agosto de 2011

Incontinencia




perdonarte?

O…que me perdones?.

Por que?

Si esa noche me arrancó la luna de cuajo,

y arrastró

por la jabonosa senda de tus miserias.

perdonarte?

O …Que me perdones?

Por que?

Por restregar la incontinencia de tu sexo imberbe

Contra el patíbulo de mis deseos

…aún más imberbes?

¿Por acuñar tras la erótica y fémina sombra de tu cuerpo

El ranking de un orgasmo siempre marchito?



perdonarte, ¿para que?, ¿por que?

pero ante todo…

¡jamás que me perdones!

miércoles, 10 de agosto de 2011

Carrousel


Me aburro irremediablemente, esto me pone tenso, y la tensión tiene forma de ceño fruncido, arrugado.
Lo veo en el espejo del colectivo, que curiosamente es el único que miro atentamente, porque vibra, distorsiona.
Trato en vano de planchar el entrecejo pasando los dedos, estirando la piel. Pero todo es Inútil, el aburrimiento, como un perfecto maestro de marionetas que dibuja con su pincel las caras de sus muñecos me regresa la mirada enojada.
Se que voy camino a la rutina, a las pisadas que no dejan huella, a una vida que avanza como esos cochecitos de calesitas al que se aferran los niños ilusionados de dirigirlos hacia todas sus fantasías, hacia esos países maravillosos donde las aventuras son posibles, pero que al cabo, solo se mueve siguiendo los dictados de una maquina enorme y perfecta, que solo funciona si se tiene el boleto en la mano.

lunes, 8 de agosto de 2011

Tacto


Entonces


Si estas manos caen
Incendiando parajes,
Hundiendo sermones,
Saciando estíos,

Entonces

Si estas manos mías
Que aventuran terrenos al silencio,
y empequeñecen el mundo
Y se empeñan en ello.

Entonces

Si estas manos
Que arrancan a gritos
Las prendas de tu cuerpo
Y sudan tu sudario
De sombras marchitas.

Entonces
Solo entonces...

domingo, 7 de agosto de 2011

SAFO


Piel de luna,
romance sáfico,
tus besos mediterráneos poetisa,
me atrapan en la alameda eterna de sus versos,
y me arrancan gemidos fecundos

de sueño eterno…..