jueves, 13 de octubre de 2011

Terquedad




En la mañana, tras la ventana, mi gata bosteza, el sol bosteza, las plantas bostezan. El mundo se abre como el puño de un bebé.
Un pulso reiterado, una terquedad insólita nos empuja en la mañana a bostezar las ganas de seguir durmiendo.

1 comentario:

Mariano de Toledo dijo...

Ven, hermoso gato, sobre mi pecho amoroso: retiene las garras de tus patas y déjame sumergir en tus hermosos ojos, en los que se mezclan el metal y el ágata.

Cuando mis dedos acarician a su antojo, tu cabeza y tu lomo elástico, y mi mano se embriaga con el placer de palpar tu cuerpo eléctrico, veo a mi mujer en espíritu; su mirada, como la tuya, amable bestia, profunda y fría, como un dardo hiende y corta, y, de los pies a la cabeza, un aire sutil, un peligroso perfume, flota alrededor de su cuerpo moreno.

Charles Baudelaire...