miércoles, 20 de agosto de 2008

Deseo



Devorar es volver al principio, es decir a la soledad del deseo.



En el deseo hay uno que devora, y hay un otro que dándose cuenta del juego
también desea, y devora (o no). Es un juego de dos carnívoros que explotan
con deseos abrasadores, el cuerpo del otro. Dos almas que, como dos espejos de imágenes distorsionadas, buscan (llevados por el deseo…y en un acto narcisista) devorarse.
Este juego comienza incluso antes del primer beso antes de la primera cópula.

Porque cuando el beso y la copula se abren camino en el enamoramiento, también comienza una inercia, y en la inercia, el deseo retorna a su pozo solitario.

No hay comentarios: