martes, 19 de agosto de 2008

Maquina del tiempo


¿Sabes lo que me dijo?
-no
“una vez las palabras me las robó el mar de las Toninas”-me dijo, -“por eso tal vez cierro con llave la puerta de la habitación que es el lugar donde me acuesto a soñar”.
-Yo no entendí una mierda, y antes de abrir la boca me contó que cuando yo era chiquito, no se, unos 3 o 4 años habíamos ido con mi vieja a una playa de Las Toninas, de campamento. Creo que fue en el 78.
Me dijo que una mañana nublada estábamos tan al pedo que le propuso a mi vieja hacer una cápsula del tiempo con un frasco de mayonesa que se había terminado y dedicarle al mar unas palabras. Escribieron el mensaje en un papel y lo metieron dentro del frasco. escribieron todo lo que el mar tendría que recordarles cuando ellos cuando fueran mas viejos, que cosas pensaban en la juventud, que deseaban para sus vidas y tambien para la mía. Me dijo que eran como unos versos y que los habían escrito durante toda la tarde entre risas y llantos y que habían incluido unos dibujitos que yo había hecho. Me contó que fueron sus mejores palabras, las que nunca mas se dijeron en 30 años de matrimonio, las que ni siquiera fueron capaces de hacer realidad, ni de volver a soñar.
La cuestión es que el tiempo pasó, mi viejo puso una fábrica de pañales en la que dejó y sigue dejando su vida, y mi vieja se convirtió en toda una perfecta ama de casa.
En el en 2007 se pusieron de acuerdo para buscar la cápsula y se fueron los dos al mismo lugar. Cuando enterramos el frasco habíamos hecho un mapa, que siguieron al pié de la letra. Cavaron en la arena, hasta que mi vieja, tras un grito de triunfo logró desenterrar el frasco que estaba exactamente en el mismo lugar que habíamos establecido para su entierro: tres pasos al norte del pino aguja y cinco al oeste de la gran roca tapada de mejillones secos.
Cuando abrieron el frasco, rescataron los papeles que estaban tan secos como cuando los habían puesto hace casi veinte años antes, pero sin ninguna palabra escrita y ningún trazo del dibujo hecho por mí. Me dijo que al principio conjeturaron que alguien había hecho la broma de cambiar el contenido del frasco, o que por un extraño efecto del salitre y el yodo la tinta se había desvanecido, pero al fin concluyeron que las palabras se habían evaporado, que ya nada quedaba o que, el mar se había cobrado la ofrenda, tragándose esas palabras que mis viejos nunca recordaron, que fueron tragadas tal vez por el tiempo, como quien devora el centro de un caracú.
-Yo creo que recordar uno de los dibujos que hice, éramos los tres agarrados de las manos, en un valle iluminado por un sol gigante y lleno de dinosaurios... me encantaban los dinosaurios cuando era niño.

1 comentario:

Xeb dijo...

Es increible, tengo 31 años y una idea similarisima, que se me ocurrio cuando nacio mi hija, salvo que en este caso, era subir a la montaña (vivo cerca de ellas) y enterrar tambien una botella con cartas para no olvidar cuales eran mis deseos de padre, como veia yo al mundo, y unas cuantas cosas mas, desconfiando de mi vejez. Es bueno saber que habrá que tomar muchas precauciones para asegurarse de que si se borran sea porque tambien es un mensaje. Triste la historia.